domingo, 3 de junio de 2018

Pintura Egipcia

Pintura sobre papiro, El Juicio de Osiris,
representado en el Papiro de Hunefer

La pintura egipcia (generalmente al temple) se caracteriza por la pureza de la línea, que define los contornos con la máxima claridad; por la armonía y equilibrio de la composición; y por el inigualable juego cromático.

La figura humana queda sintetizada en unos rasgos esenciales, cuya visualización implica simultáneamente la visión de frente y de perfil (la cabeza se plasma de perfil, los ojos de frente, los hombros y el torso también de frente y las piernas y los brazos de perfil).

La pintura egipcia (nacida aproximadamente hacia el 4.000 a.C), tiene una temática muy diversa, esta depende de la finalidad de la obra y del período al cual se refería.
Escenas agrícolas,
Tumba de Najt

La temática era muy variada, se distinguieron:

  • Representaciones religiosas de carácter simbólico (dioses, escenas funerarias, rituales, ofrendas realizadas por el faraón...).
  • Representaciones históricas (especialmente representadas en los templos, donde se narraban batallas).
  • Representaciones de escenas de la vida cotidiana (ejecutadas con gran realismo).
  • Representaciones de la naturaleza como: plantas (lotos, palmeras, papiro...) y animales (aves, hipopótamos, cocodrilos ...).


Los egipcios establecieron para el cuerpo humano un canon ideal que se mantuvo vigente durante 3.000 años. El canon de belleza consistía en armonía, perfección y bondad, respondía al objetivo de captar la esencia del individuo.

El cuerpo humano debía estar armónicamente proporcionado, utilizaban el puño como unidad de medida, así codificaron la estatura perfecta del ser humano en 18 puños (2 para el rostro, 10 desde los hombros hasta las rodillas y 6 para las piernas y los pies).

La pintura egipcia tiene un valor secundario en el arte egipcio. Se utilizaba para decorar las paredes de los templos y tumbas, también se empleaba como acabado en la escultura y en papiros.

Las tumbas son el mayor ejemplo de pintura egipcia, muestran escenas cotidianas, banquetes, escenas de música, escenas de juegos, escenas de caza y pesca, etc.
Pintura de la Tumba de Nakht, Valle
de los Reyes, Egipto

Cabe destacar que en el Antiguo Egipto los pintores no eran considerados artistas sino artesanos anónimos con función práctica al servicio del cliente. Este oficio solía pasar de padres a hijos y se enseñaban en talleres donde se aprendían los convencionalismos oficiales.

No se buscaba la originalidad del trabajo sino la precisión en el trabajo artesanal.

Características según los periodos


Se distinguen cuatro periodos: la pintura en el Imperio Antiguo, la pintura en el Imperio Medio, la pintura en el Imperio Nuevo y la pintura en el Egipto greco-romano.

La pintura en el Imperio Antiguo (alrededor 2.670 a.C. al 2.150 a.C.)


Relieve de la Tumba de Ti,
Saqqara, Egipto
En el Imperio Antiguo destacan los bajorrelieves, los temas más comunes en las tumbas egipcias fueron la representación de la vida cotidiana (preparación de alimentos, elaboración de joyas, escenas agrícolas, representaciones de la naturaleza) cuya finalidad era que pudieran ser recreadas en la otra vida (después de la muerte).

Uno de los ejemplos más representativos de la pintura egipcia en el Imperio Antiguo se encuentra en la Mataba de Ti (hacía el 2.450 a.C., durante la dinastía V). Ubicada en Saqqara, Egipto.


La pintura en el Imperio Medio (alrededor del 2.100 a.C. al 1.750 a.C.)


En el Imperio Medio las pinturas toman un carácter funerario, las decoraciones pictóricas ya sean sobre papiro o dentro de los ataúdes de las tumbas. Estas pinturas eran narradas mediante jeroglíficos.

El cartonaje de los ataúdes narraban diversas leyendas mitológicas e ideas tomadas del ritual funerario, una característica de este periodo es el retrato del difunto dentro del ataúd (concretamente en la zona correspondiente de la cabeza).

El cartonaje es el término utilizado en Egiptología y Papirología para designar al envoltorio funerario aplicado sobre las momias egipcias desde el Primer Periodo Intermedio en adelante.

Fragmento de carbonare de un féretro, perteneciente al Imperio Nuevo,
actualmente en el Museo Egipcio Rosacruz, California (Estados Unidos)

La pintura en el Imperio Nuevo (alrededor del 1.550 a.C. al 333 a.C.)


Pintural mural,
Tumba de Nefertari
En el Imperio Nuevo la pintura tuvo su máximo esplendor, las tumbas faraónicas del Valle de los Reyes se cubrieron con pinturas o con relieves pintados.

Los murales de las cámaras funerarias son pintados con relatos del Libro de los Muertos (texto funerario del Antiguo Egipto que se usó desde el Imperio Nuevo hasta el 50 a.C.) y escenas de la vida cotidiana.

En las tumbas de los altos dignatarios se prefieren la pintura al relieve. Los frescos se articulan en frisos separados por líneas, y pueden leerse como narraciones de escenas de la vida cotidiana del difundo.

Caza entre papiros,
Tumba de Nebamún
Las escenas se desarrollan sobre una línea horizontal que prescinde de profundidad y perspectiva.

Las paredes principales de las tumbas privadas no siguen la distribución en frisos, sino que plantean escenas con el difunto como protagonista.

Estas pinturas eran muy apreciadas por su riqueza cromática, espléndida en la plantación del mundo animal y vegetal.

La pintura en el Egipto greco-romano (alrededor del 332 a.C. al 395 d.C.)

Durante la el periodo Ptolemaico y durante la dominación romana de Egipto, las manifestaciones artísticas se aproximaron a las convenciones del arte helenístico y arte romano.

Los retratos en las tumbas tuvieron un carácter más naturalista y están representados sobre tablas de madera que cubren el rostro de las momias. Un ejemplo de este tipo de manifestación pictórica lo encontramos en los retratos de El Fayum.

Principales características 


Principales caraterísticas de la Pintura Egipcia


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