Estatua Osiriforme de Mentuhotep II

La Estatua Osiriforme de Mentuhotep II es una escultura datada aproximadamente en el siglo XXI a.C. (período comprendido entre los años 2.100 a.C. y 2.001 a.C.), perteneciente al arte egipcio.

Estatua Osiriforme de Mentuhotep II

Fue hallada en el año 1.898 d.C. de manera accidental por el arqueólogo y egiptólogo inglés Howard Carter.

En el interior de una cámara localizada bajo la terraza del complejo mortuorio del Templo del faraón Mentuhotep II.

Edificado en el anfiteatro rocoso de Deir el-Bahari, situado en la ribera occidental del río Nilo, frente a la antigua ciudad de Tebas, en Egipto.

Poco después de su descubrimiento la Estatua Osiriforme de Mentuhotep II pasó a formar parte de la colección de arte del Museo Egipcio de El Cairo (Egipto).

Estatua Osiriforme
de Mentuhotep II

Descripción

Tiene una altura de 138 cm y una anchura de 47 cm. Está esculpida en piedra arenisca policromada.

Se trata de una escultura de bulto redondo o exenta que representa al faraón Nebhepetra Mentuhotep (también conocido como Mentuhotep II) en posición sedente y caracterizado como el dios Osiris (dios del inframundo, juez de las almas, dios de la fertilidad y la agricultura).

El faraón aparece representado sentado en el trono, ataviado con un manto corto y blanco conocido por el nombre de Hebseb, que se encontraba en el Antiguo Egipto relacionado con la fiesta Sed (también denominada fiesta Heb Sed o fiesta de Renovación Real).

Estatua Osiriforme
de Mentuhotep II

Una fiesta o celebración en la que el faraón la solía celebrar a partir de su trigésimo año de reinado y que servía para renovar su poder.

En la parte superior de la cabeza lleva la Deshret, es decir, la Corona Roja del Bajo Egipto.

También destaca como en el mentón lleva una barba postiza rizada simbolizado un atributo de dioses.

En el rostro resaltan los ojos almendrados, las cejas marcadas, la nariz ancha y la boca gruesa.

Los brazos se encuentran representados cruzados sobre el pecho y con las manos cerradas, pero se piensa que originalmente con las manos podría haber sostenido cetros que en la actualidad están perdidos.

Además llama la atención como la piel del faraón está representada de color negro, puesto que simboliza la identificación de la representación del color de la piel del dios de los muertos.

Para finalizar subrayar que los investigadores consideran con respecto a las proporciones de las esculturas reales sedentes la escultura fue probablemente esculpida por un artista inexperto porque carecía de las habilidades necesarias para producir esculturas elegantes y proporcionadas.

En la escultura las piernas se encuentran representadas más grandes de lo normal con la representación de los pies exageradamente grandes, aparte de que la representación de los rasgos robustos del rostro son signos de un arte provinciano.

Actualmente se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo, Egipto.