La Betsabea, también conocido como Betsabé, es una pintura datada en el año 1.827 d.C., perteneciente al romanticismo.
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Betsabea |
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Fue pintada por el pintor italiano Francesco Hayez.
Cabe resaltar que la pintura fue pintada sin encargo para la exposición del año 1.827 d.C. ocurrida en el Museo de Brera, ubicado en la ciudad de Milán (Italia).
Como curiosidad destacar que Betsabea fue la única obra no comisionada de la exposición, siendo adquirida en la misma por el rey de Wurtemberg Guillermo I de Wurtemberg.
Pasando así a formar parte de su colección de arte ubicada en la ciudad de Stuttgart, localizada en el estado de Baden-Württemberg, en el sudeste de Alemania.
En el año 1.922 d.C. la pintura fue vendida en la venta de la colección de la familia real ocurrida en el castillo de Rosenstein, en la ciuda de Stuttgart (Alemania).
Lo siguiente que se conoce es que el 10 de noviembre del año 1.998 d.C. la pintura fue subastada por la casa de subastas Sotheby's de Nueva York (Estados Unidos de América), siendo comprada por un coleccionista privado.
También destacar que el profesor e historiador de arte Fernando Mazzocca describió en el año 1.998 d.C. la pintura como "una delle più sensazionali nella storia dell’arte italiana dell’Ottocento" ("uno de los redescubrimientos más sensacionales en la historia del arte italiano del siglo XIX d.C.").
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Betsabea |
Descripción
Tiene una altura de 149,9 cm y una anchura de 115,6 cm. Está pintado al óleo sobre tela.
Se trata de una pintura que representa a un personaje bíblico, a la hija de Amiel Betsabé (en hebreo Bathseheba), esposa de Urías el hitita y después una de las esposas del rey israelita David.
Aparece representada en una escena de desnudo, siendo espiada por el rey David cuando está a punto bañarse.
Betsabé está representada en un primer plano, adoptando una postura semigirada, desnuda, con la pierna delantera levantada representado modestia.
La espalda está ligeramente encorbada hacia delante y la cabeza girada hacia el lado derecho con la mirada atenta atrayendo al espectador hacia la escena.
También en el rostro ovalado destacan las cejas finas, la nariz recta, los labios carnosos y el mentón pronunciado.
El cabello oscuro se encuentra recogido y sujeto por un turbante blanco, ornamentado con líneas azules, anudado en la barbilla.
Está sentada sobre un paño blanco drapeado y lleva en el brazo derecho un brazalete dorado ornamentado con una incrustación de piedra preciosa.
Al fondo, también mirando al espectador desde el extremo más alto del plano pictórico, está representada la figura del rey David, ya cautivado por su conquista.
Con respecto a la composición destacar que la obra es una representación magistral de un desnudo femenino, resaltando los contornos suaves y sensuales de una mujer real, elevada al canon ideal.
La piel pálida contrasta perfectamente con el fondo oscuro del baño y la suave línea de su cuerpo se ve interrumpida únicamente por el brazalete dorado, ligeramente demasiado ajustado contra la piel de su brazo.
Aunque éste detalle lo único que hace es enfatizar más su naturalismo. En cuanto al uso del color, la ejecución y la calidad hacen que la pintura sea una obra maestra del artista.
En refente al tema resaltar que desde el período renacentista se han pintado numerosos cuadros que representan ésta narración bíblica, que abarca temas importantes como el adulterio y el derramamiento de sangre, la reprimenda divina y sus trágicas consecuencias (la caída de reyes).
Desde la azotea de su palacio, el rey David ve a Betsabé, esposa de Urías el hitita, bañandose, su belleza lo cautiva tanto que se acuesta con ella y la deja embarazada.
Su esposo ausente en la guerra es llamado por el rey para que regrese a casa y Betsabé pueda ocultar la verdadera causa de su embarazo, pero cuando se niega a abandonar la campaña bélica, el rey David ordena que lo trasladen al frente para que sea asesinado en batalla.
David se casa entonces con la viuda Betsabé, quién tiene un hijo. En respuesta a su adulterio y asesinato, el profeta Natán maldice la casa de David, lo que resulta en la muerte del niño concebido en adulterio.
Para finalizar subrayar que la pintura Betsabea fue el primero de tres lienzos que el pintor italiano Francesco Hayez pintaría sobre el tema del baño de Betsabé.
Betsabea fue concebida íntegramente por el pintor, que describió la obra en sus memorias como " ... una bañista, para mantener mi mano ejercitada en la pintura de desnudos, y también para demostrar mi gusto por pintar figuras de gran formato, incluso cuando no estaba obligado a hacerlo para clientes"(F. Hayez, Le mie memorie, 1890, p. 63).
Actualmente se encuentra en posesión de un coleccionista privado.