El Hacha Ceremonial Olmeca es un hacha datada aproximadamente entre los años 1.200 a.C. y 400 a.C., perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte olmeca.
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Hacha Ceremonial Olmeca |
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Hacha Ceremonial Olmeca |
Lo primero que se conoce es que fue hallada durante unas excavaciones arqueológicas realizadas en México.
También es sabido que el hacha perteneció a la colección de arte del etnógrafo, etnólogo y arqueólogo británico Henry Christy.
Hasta que en el año 1.865 d.C. el Hacha Ceremonial Olmeca fue legada al Museo Británico de Londres (Gran Bretaña), dónde pasó a formar parte de su colección de arte dentro del departamento de África, Oceanía y las Américas.
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Hacha Ceremonial Olmeca |
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Hacha Ceremonial Olmeca |
Descripción
Tiene una altura de 29 cm y una anchura de 13,50 cm.
Está fabricado en aventurina (tipo de cuarzo, piedra semipreciosa, caracterizado por sus brillos y destellos), mediante las técnicas de incisión, tallado, pulido y grabado.
Se trata de un hacha ceremonial o hacha votiva con forma de figura de cabeza grande y cuerpo pequeño y robusto que se estrecha hasta adquirir forma de cuchilla.
En el rostro destaca como la boca se encuentra representada ligeramente abierta con el labio superior prominente y las comisuras hacia arriba.
También destacan las cejas flameantes, los ojos cuadrados, las fosas nasales representadas por dos pequeños agujeros y una hendidura situada en el centro de la cabeza.
Se puede apreciar como en el cuerpo pequeño hay representadas incisas dos manos y un taparrabo.
Para finalizar subrayar que el Hacha Ceremonial Olmeca combina características del caimán y el jaguar, los depredadores más poderosos que habitan los ríos y bosques de las tierras bajas tropicales.
La pronunciada hendidura en la cabeza imita la hendidura que se encuentra en los cráneos de los jaguares y se ha comparado con la fontanela humana.
Además destacar que estas hendiduras aparecen en otros esculturas olmecas y en imágenes donde motivos vegetales surgen de grietas y orificios similares, aludiendo a las fuentes subterráneas de fertilidad y vida.
Aparte el glifo de bandas cruzadas, ligeramente inciso en la cintura, representa una entrada o abertura. Siendo la combinación de símbolos en el hacha lo que proclama su poder mágico para abrir los portales al inframundo, reforzando la asociación de los olmecas con la agricultura y el maíz: las hachas de piedra pulida eran indispensables para talar árboles y limpiar el terreno para la siembre.
Los objetos utilitarios a menudo se personificaban de ésta manera para representar las cualidades y atributos de las deidades sobrenaturales.
Es más es conocido que al acumular la fuerza interior de su alma, convirtiéndose en objetos poderosos que se transmitieron de generación en generación.
Actualmente se encuentra en el Museo Británico de Londres, Gran Bretaña.