Piedra de Shabako |
En el interior del Gran Templo de Ptah de Menfis, situado en la ciudad de Menfis.
En el lado sur del delta del río Nilo, en la región situada entre el Bajo y el Alto Egipto.
Cabe destacar que después de su hallazgo fue transportada hasta la ciudad de Alejandría (Egipto), aunque se desconocen los motivos de este traslado.
En el año 1.805 d.C. la Piedra de Shabako fue donada por George John Spencer al Museo Británico de Londres (Gran Bretaña), pasando a formar parte de su colección de arte dentro del departamento del Antiguo Egipto y Sudán.
Además en el año 1.901 d.C. durante los trabajos de restauración fue el egiptólogo estadounidense James Henry Breasted quién descifró, interpretó y tradujo los jeroglíficos de la Piedra de Shabako.
¿ Quién fue Shabako ?
Shabako, también conocido como Neferkara Shabaka o Sabaco, fue un faraón Kushita perteneciente a la dinastía XXV de Egipto.
Piedra de Shabako |
Cabe resaltar que durante su reinado se realizaron grandes trabajos edificatorios a lo largo de Egipto, en especial en la ciudad de Tebas.
Descripción
Tiene una anchura de 137 cm, la altura del lado izquierdo es del 91 cm, mientras que la altura del lado derecho es de 95 cm. Esta fabricada en granito, mediante la técnica de incisión y tallado.
Se trata de una piedra tallada dónde el faraón Shabako ordenó preservar varios documentos del período del Imperio Antiguo. Toda la superficie escrita, en escritura jeroglífica, tiene una anchura de 132 cm y una altura de 66 cm.
Además destacar que la Piedra de Shabako fue reutiliza posteriormente como una piedra molino. Debido a esta reutilización la piedra tiene un orificio rectangular situado en el centro que mide 12 x 14 cm, además de once líneas radiantes que presentan una longitud que varía desde los 25 cm a los 38 cm.
Piedra de Shabako |
El texto de la primera división se encuentra relacionado con la unificación del Alto y Bajo Egipto, dando especial énfasis que fue en la ciudad de Menfis dónde tuvo lugar la unificación de Egipto.
La otra división del texto es una historia de la creación, conocida como Teología Menfita, dónde se establece que fue el dios Ptah el creador de todas las cosas incluidos los dioses.
La primera línea presenta el título real del faraón Shabako, se puede apreciar como el nombre del faraón está escrito en un tamaño mayor que en el resto del texto.
La segunda línea es una introducción dedicatoria, corrobora que la piedra es una copia de los contenidos sobrevivientes de un papiro en descomposición plagado de gusanos, que fue encontrado por el faraón Shabako mientras inspeccionaba el Gran Templo de Ptah.
Desde la línea tres a la línea cuarenta y siete el texto narra la unificación del Alto y Bajo Egipto realizada en la ciudad de Menfis.
El texto enfatiza la supremacía política y teológica del dios Ptah (rey del Alto y Bajo Egipto y creador de la Enéada).
Antiguamente la Eneáda es como se conoce al conjunto de nueve dioses que conformaban la cosmogonía de Heliópolis (las divinidades son: Atum, Shu, Tefnut, Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth).
La inscripción después describe al dios Horus como una manifestación del dios Ptah, que gobierna inicialmente el Bajo Egipto, mientras que es el dios Seth quién gobierna el Alto Egipcio.
Sin embargo, el dios Horus recibe el Alto Egipto de parte del dios Geb (dios creador, principio de la vida y fertilidad, personificación de la Tierra), convirtiéndose así en el único gobernante de la tierra.
Piedra de Shabako |
Según la cuál el dios Ptah (señor de la magia, maestro constructor, inventor de la albañilería, patrón de los arquitectos y artesanos) era el dios creador y responsable de toda la existencia.
Para ello se expone que la creación fue primero una actividad espiritual e intelectual, facilitada por el corazón divino (pensamiento) y la lengua (el habla, la palabra) de Ptah.
Después la creación se convirtió en una actividad física realizada por el dios Atum, quién fue creado por los dientes y labios del dios Ptah, así mismo produjo la Eneáda de su semilla y manos.
En cuanto desde la línea sesenta y uno a la línea sesenta y cuatro el texto es un resumen todo el conjunto.
Para finalizar subrayar que la composición presenta unas características diferentes a lo considerado normal dentro de la escritura jeroglífica.
- Hay una diferencia entre las líneas escritas en horizontal y las líneas escritas en vertical (columnas).
- El texto escrito en vertical se lee de izquierda a derecha y de arriba abajo, aunque cada uno de los jeroglíficos se encuentran escritos en la derecha.
- También introduce recursos visuales (como líneas vacías y columnas en blanco).
Actualmente se encuentra en el Museo Británico de Londres, Gran Bretaña.
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