El Retrato de una Dama, también llamado Retrato de una Mujer, es una pintura datada aproximadamente entre los años 1.450 d.C. y 1.464 d.C., perteneciente al arte medieval, en concreto al arte gótico.
Retrato de una Dama |
Fue pintado por el pintor primitivo flamenco Rogier van der Weyden (también llamado Rogier de la Pasture).
Cabe destacar que la procedencia de la pintura no es clara, lo primero que se conoce es que la pintura fue en el año 1.902 d.C. cedida para su exhibición en el "Hotel Guovernement Provincial", de la ciudad de Brujas (Bélgica).
Después perteneció a la colección de arte de Leopold III Frederick Franz (duque de Anhalt-Dessau) hasta que en el año 1.926 d.C. fue vendido al marchante de arte Henry Joseph Duveen.
En ese mismo año 1.926 d.C. fue vendido al banquero, hombre de negocios, coleccionista de arte y político estadounidense Andrew William Mellon.
Al año siguiente, en 1.927 d.C., la pintura fue cedida a la "Royal Academy of Arts" de la ciudad de Londres (Gran Bretaña), para ser parte de una exposición sobre los seis siglos de arte flamenco y belga.
En el año 1.932 d.C. Andrew William Mellon donó la pintura a la organización "Educational and Charitable Trust", hasta que finalmente en el año 1.937 d.C. la pintura fue donada a la Galería Nacional de Arte, localizada en el National Mall (Explanada Nacional) de la ciudad de Washington D.C. (Estados Unidos de América).
Descripción
Tiene una altura de 34 cm y una anchura de 25,5 cm. Está pintado al óleo sobre tabla de roble.
Se trata de una pintura que representa el retrato de una mujer joven, cabe destacar que el retrato fue pintado sobre una sola tabla de roble que presenta una veta vertical y un margen sin pintar en cada lado.
Primero el panel fue preparado con yeso, sobre el cuál se pintó la figura en monocromo, para después agregar los pigmentos con aglutinante a base de aceites, lo que permitió gradaciones tonales sutiles y transparentes.
Se puede observar como la mujer ha sido representada de perfil, en posición tres cuartos, sobre un fondo liso de color azul-verdoso oscuro.
En el rostro destacan la cara alargada, las cejas y pestañas finas, los labios carnosos, con el labio inferior más grande que el labio superior, la nariz recta y los ojos almendrados mirando hacia abajo en un gesto de humildad.
Retrato de una Dama (Detalle) |
Además el cabello se encuentra peinado en un recogido que da la sensación de tener una frente muy alta, peinado típico del siglo XV d.C. (período comprendido entre los años 1.401 d.C. y 1.500 d.C.).
Está ataviada con un vestido negro con escote en "V", ajustado a la cintura por medio de un cinturón ancho de color rojo adornado con una filigrana de oro.
En la cabeza lleva un hennin de color beige (tocado) en forma de cono, de fieltro rígido recubierto de lino y cubierto por un velo transparente que cae a la espalda y sobre sus hombros. El velo se encuentra sujeto mediante alfileres usados para fijarlo en su posición.
Las manos se encuentran cruzadas con fuerza y colocadas tan bajo en la pintura que parecen estar situadas descansando sobre el marco. Resaltan los dedos delgados y minuciosamente detallados.
En cuanto a la composición resaltan las formas geométricas, la caída del velo sobre los hombros de la mujer responde a la "V" del escote, además su cuerpo divide el fondo azul-verdoso en triángulos enmarcados.
Los planos superficiales del rostro están pintados de una manera sobria y lineal, se observa como los rasgos se vuelven más abstractos debido a las proporciones exageradas por las finas cejas y la línea del cabello.
Con respecto a la policromía resalta la alternancia del blanco y negro en su vestido, el corpiño y el velo, siendo la única nota de color el cinturón rojo (que según las radiografías realizadas durante una restauración, se descubrió que el cinturón se alteró con respecto a su cintura original aún más delgada).
Retrato de una Dama (Detalle) |
También destaca la caída de la luz que ilumina el rostro y el tocado. Todo ello hace un claro contrastes de oscuridad y luz que realzan la belleza y la elegancia de la mujer representada.
Aparte los ojos vueltos hacia abajo y los dedos de las manos apretados nerviosamente sugieren una emoción introspectiva, junto con las formas triangulares que abstraen y aplanan la imagen de la mujer le dan a la composición una elegancia propia de la aristocracia (clase social formada por las personas que poseen títulos nobiliarios).
Para finalizar subrayar que la identidad de la mujer retratada es desconocida, puesto que no hay ningún título, ni tampoco consta el nombre en ninguna parte.
Sin embargo los investigadores piensan que la mujer podría ser una dama de la corte de Felipe III (también llamado Felipe el Bueno), duque de Borgoña.
También los investigadores consideran que el Retrato de una Dama es un retrato independiente porque las manos de la mujer no se encuentran representadas juntas en oración.
Actualmente se encuentra en la Galería Nacional de Arte, en la ciudad de Washington D.C. (Estados Unidos de América).
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