Figura de Fertilidad Femenina

La Figura de Fertilidad Femenina es una escultura datada aproximadamente en el siglo XX d.C. (período comprendido entre los años 1.901 d.C. y 2.000 d.C.), perteneciente al arte africano. 

Figura de Fertilidad Femenina

Se conoce que fue elaborada por el Imperio Asante (también conocido como Imperio Ashanti), un imperio y reino creado por los asantes o ashanti (una etnia englobada dentro del grupo de los akan).

Entre el año 1.701 d.C. y 1.957 d.C. el Imperio Asante ocupó las tierras cercanas a las Costas de Oro, en la África Occidental.

También es conocido que en el año 1.956 d.C. la escultura se encontraba en posesión del marchante de arte y anticuario Everett Rassiga.

En el año 1.957 d.C. fue comprada por el político estadounidense y vicepresidente de los Estados Unidos de América Nelson Aldrich Rockefeller.

Estando en su colección hasta que en el año 1.979 d.C. la Figura de Fertilidad Femenina fue legada al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Figura de Fertilidad Femenina

Descripción

Tiene una altura de 27,2 cm, una anchura de 9,7 cm y un diámetro de 3,9 cm. Está fabricada en hilo y madera.

Se trata de una escultura de bulto redondo o exenta que representa la figura de una mujer en posición de pie, cabe destacar que éste tipo de escultura también se conoce con el nombre de akuaba.

Resalta la cabeza plana, en forma de disco, que es una convención muy exagerada del ideal de belleza akan, dónde en la práctica real una frente alta, ovalada y ligeramente aplanada se consigue mediante el suave modelado de los huesos craneales de un bebe.

La forma aplanada de la escultura también tiene un propósito práctico, ya que las mujeres cargan éste tipo de figuras contra la espalda envueltas en la falda con el fin de evocar la forma en que se cargan a los niños.

Los anillos situados en el cuello de la figura son una convención estándar, es decir, un signo de belleza, salud y prosperidad en la cultura akan.

La delicada boca de la figura es pequeña y está situada en la parte baja del rostro y las pequeñas cicatrices, apenas perceptibles, situadas debajo de los ojos hacen referencia a una práctica médica local utilizada como protección contra las convulsiones.

El torso con forma cilíndrica tiene indicaciones simples de los senos y el ombligo. Se observa como tanto la representación de los brazos y de las piernas son naturalistas.

Además destacar que las figuras akuaba con cabeza de disco son una de las formas más reconocibles del arte africano y eran utilizadas en una variedad de contextos: principalmente las figuras son consagradas por sacerdotes y llevadas por mujeres que esperan concebir un hijo.

Para finalizar subrayar que el nombre de akuaba proviene de la leyenda akan de una mujer llamada Akua que era infértil, pero como todas las mujeres akan lo que más deseaba era tener hijos.

Entonces consultó a un sacerdote que le indicó que encargara la talla de un niño pequeño de madera y que cargara al niño sustituto sobre su espalda como si fuera real. Akua cuidó de la figura como lo haría con un bebe vivo, incluso le obsequió cuentas y otras pulseras.

Los vecinos del pueblo dónde vivía se reían y burlaban de ella y comenzaron a llamar a la figura de madera "Akua ba" (hijo de Akua). Sin embargo, finalmente Akua pudo concebir una hija.

Poco después las vecinas del pueblo, incluso sus detractoras, comenzaron a adoptar la misma práctica con el fin de superar la infertilidad.

Aparte todas las figuras akuaba son imágenes femeninas, principalmente porque el primer hijo de Akua fue una niña, pero también porque la sociedad akan es matrilineal, por lo que las mujeres prefieren tener niñas que perpetúen la línea familiar, para que ayuden en todas las tareas del hogar incluido el cuidado de los niños más pequeños de la familia.

Después de influir en el embarazo, a menudo las figuras akuaba se devuelven a los santuarios como ofrendas a los espíritus que respondieron a los pedidos de un hijo.

Además se considera que una colección de figuras akuaba se conviertan en un anuncio de la capacidad de los espíritus para ayudar a las mujeres a concebir.

Pero algunas familias también guardan las figuras akuaba como memoriales para niños, se conoce que las figuras se convierten en reliquias familiares y son apreciadas no por sus asociaciones espirituales, sino porque son bellas imágenes que recuerdan a un ser querido.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.