Hacha con Perfil Inciso

El Hacha con Perfil Inciso es un hacha datada aproximadamente entre los siglos X a.C. y IV a.C. (período comprendido entre los años 1.000 a.C. y 301 a.C.), perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte olmeca.

Hacha con Perfil Inciso

Lo primero que se conoce es que el hacha se encontraba en posesión del comerciante de antigüedades estadounidense Julius Carlebach.

Siendo el hacha expuesta en su galería de arte "Julius Carlebach Gallery", ubicada en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos de América). 

En el año 1.956 d.C. el Hacha con Perfil Inciso fue comprado por el político estadounidense y vicepresidente de los Estados Unidos de América Nelson Aldrich Rockefeller.

En el año 1.963 d.C. fue cedida al Museo de Arte Primitivo de Nueva York (Estados Unidos de América), un antiguo museo dedicado a las culturas indígenas de África, América, Asia, Europa y Oceanía.

Hasta que el año 1.978 d.C. el hacha fue adquirida por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Hacha con Perfil Inciso

Descripción

Tiene una altura de 36,5 cm, una anchura de 7,9 cm y un grosor de 1,9 cm. Está fabricada en jade.

Se trata de una gran hacha de jadeíta pulida que tiene un diseño finamente inciso en un lado.

Los investigadores piensan que originalmente un escultor olmeca moldeó y pulió la piedra verde en una hoja larga, cuyo borde afilado se astillaba en la antigüedad, también tiene un orificio de perforación que habría permitido que el hacha pudiera ser colgada de un cinturón.

En el centro de un lado del hacha está grabada una mano incorpórea con un nudo alrededor de la muñeca. Se aprecia como aunque la mano se encuentra estilizada, aún conserva ciertos detalles como una miniatura que sugieren una conexión humana.

Situado encima del dorso o la palma de la mano hay un gran campo rectangular bordeado por cinco rectángulos más pequeños.

Cabe resaltar que éste adorno podría hacer referencia a un tresbolillo, una forma que se encuentra ampliamente en el arte y la arquitectura olmeca, caracterizada por cinco puntos: las cuatro esquinas y el centro.

Aparte se conoce que las manos de éste tipo representaban signos silábicos y logográficos en escrituras mesoamericanas posteriores, por lo que ésta mano puede haber tenido una lectura fonética o conceptual para una persona olmeca.

La otra imagen incisa es la cabeza incorpórea de una figura sobrenatural representada de perfil, mirando hacia la derecha y con un elaborado tocado. 

Destaca como la cara se compone de una boca gruñendo hacia abajo con un labio superior prominente y un incisivo afilado que sobresale. También hay representado una forma compuesta por cuatro conjuntos de dos círculos concéntricos que enmarcan la boca, conectados por dos bandas y formando la forma de tresbolillo con la boca como centro.

El ojo es un campo en forma de "L" puntuado por tres semicírculos y un gran conjunto de orejeras se extiende a la derecha con la indicación incisa de un cuello.

El tocado domina la composición superior, en el centro sobre el ojo hay un elemento en forma de "U" lleno de bandas cruzadas conectadas con un círculo y evocando nuevamente la forma de tresbolillo.

Otros dos adornos sobresalen hacia arriba de la frente y de la parte posterior de la cabeza. Además el elemento en forma de "U" está coronado por una hendidura en forma de "V", habiendo representada otra hendidura en forma de "V" prominente.

Con respecto a la composición resaltar que éste grabado en el arte olmeca representaba el hueco en la tierra en el que se sembraban las semillas de maíz, de dónde saldrían los brotes. El grabado también muestra un brote de maíz emergiendo del tocado.

El brote tiene forma de cruz, con dos ramas centrales (izquierda y derecha) y con tres campos en forma de "V" que evocan las hojas frescas de una planta de maíz inmadura.

La imagen de perfil incisa ha sido identificada como el dios olmeca de maíz, identificable por la forma del ojo, la máscara bucal y el tocado con el elemento alto tripartito que emerge de la hendidura.

Se conoce que los olmecas representaron a la deidad del maíz a medida que su sociedad se volvió más competente en el cultivo de maíz.

Para finalizar subrayar que dentro de la sociedad olmeca las hachas de jade verde fueron componentes cruciales de las prácticas dedicatorias olmecas. 

Es más en las hachas los artistas olmecas a menudo grabaron imágenes de deidades o incluso símbolos icónicos o símbolos de notación, también resaltar que éstos grabados se desarrollaron y se extendieron por Mesoamérica como protoescritura.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.