miércoles, 27 de mayo de 2020

Sepulcro de Pozo Moro

El Sepulcro de Pozo Moro es un monumento funerario datado aproximadamente a finales del siglo VI a.C. (período comprendido entre los años 525 a.C. y 501 a.C.), perteneciente al arte íbero.

Sepulcro de Pozo Moro

Cabe destacar que las primeras piezas fueron halladas en el año 1.970 d.C. por el aparcero Juan Rodríguez García y el tractorista Juan Sevilla, mientras se encontraban arando un "majano" (construcción de carácter agrícola).

En el interior de una finca del municipio Chinchilla de Montearagón, situado en la provincia de Albacete, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha (España).

Después del hallazgo de las piezas se avisó al Museo Arqueológico Nacional de España quien fue el encargado de la excavación.

Así en diciembre del año 1.970 d.C. durante las excavaciones arqueológicas dirigidas por el Dr. Carlos Daudén Salas fueron hallados los restos del monumento.

Desde entonces éste lugar pasó a conocerse como Necrópolis del Pozo Moro.

En la antigüedad esta localización se encontraba en un enclave estratégico, era un importante cruce de caminos que unían la vía Norte-Oeste (unía la ciudad de Carthago Nova (actual ciudad de Cartagena) con Complutum (asentamiento de la península ibérica dentro de la Tarraconense) ) y la Vía Heraclea (unía la ciudad de Cádiz con el Levante).

Sepulcro de Pozo Moro

Después del hallazgo las piezas fueron llevadas a la ciudad de Madrid, donde se realizaron las labores de mantenimiento y reconstrucción.

Hasta que en el año 1.999 d.C. el Sepulcro de Pozo Moro fue expuesto en el Museo Arqueológico Nacional, dónde pasó a formar parte de su colección de arte dentro del departamento de protohistoria y colonizaciones.



Descripción


Tiene una altura de 5 m, una anchura máxima de 3,70 m y una longitud máxima de 3,70 m.

Esta fabricado en piedra arenisca con sillería isódoma, mediante las técnicas de labrado y tallado.

Se trata de un monumento funerario con forma de torre que presenta un basamento escalonado y dos cuerpos separados entre sí por medio de molduras.

Sepulcro de Pozo Moro
En el interior del basamento fueron hallados fragmentos de sillares rotos, debajo de los cuales había restos de arcilla roja quemada (dónde se realizaban las ceremonias de cremación del cadáver).

Además se hallaron restos de un círculo de tierra negra formada por cenizas y restos óseos de un varón de aproximadamente 50 años.

Aparte de restos del ajuar funerario (objetos de oro, plata, bronce, hierro, un kylix ático, un lekythos y restos de una figura de bronce).

Sobre el basamento escalonado se apoya el cuerpo principal con forma de torre (también conocido como sentido turriforme que une simbólicamente la parte terrenal con la parte celestial).

En la parte inferior del cuerpo, en las esquinas hay cuatro figuras de leones recostados con las fauces abiertas, se puede observar como presentan medio cuerpo lateral adosado a las paredes de la torre, mientras las cabezas están talladas en bulto redondo.

Sepulcro de Pozo Moro

Además en cada figura destaca la cabeza estilizada, los ojos amigdaloides y sesgados y las orejas acorazonadas.

En las paredes de los muros de la torre se han conservado algunos fragmentos de escenas en relieve.

Son un grupo de frisos que representan escenas mitológicas (los trabajos de Heracles o Hércules), escenas de rituales y escenas religiosas.

Resalta la escena que representa a un jabalí de dos cabezas (jabalí bicéfalo) que ha sido identificada como un cerdo ibérico haciendo alusión a un animal que ayuda al difunto en el más allá.

Otros de los relieves representa una escena fálica (escena de sexo) dónde un personaje masculino y femenino se encuentran de pie en actitud de coito. Cabe enfatizar que esta escena representada es la única de éste tipo que se han hallado dentro del arte ibérico.

En la parte superior del monumento se aprecia como se encuentra rematado por una gola incompleta, en la hilada decimoprimera de sillares hay situados en las esquinas las figuras de otros cuatro leones recostados con las fauces abiertas.

Sepulcro de Pozo Moro
Una gola es una moldura que tiene un perfil en forma de "S", la parte superior tiene forma cóncava, mientras que la parte inferior presenta forma convexa.

Algunos investigadores piensan que la presencia de las figuras de leones en la parte superior indica que en su origen podría haber tenido un segundo cuerpo y la altura total del monumento podría haber sobrepasado los 10 metros.

En cuanto a la composición destacar el dominio de las técnicas de cantería sobretodo en la talla de los bloques de piedra regulares, el uso de líneas de trazado para marcar la posición de cada hilada de sillares.

El uso de grapas en forma de cola de milano para fijar la estructura y en las esquinas la disposición de las piezas a soga y tizón.

También se pueden observar huellas de las herramientas de talla y en algunos bloques diferentes marcas realizadas por los canteros.

Para finalizar subrayar que el Sepulcro de Pozo Moro esta considerado el monumento más antiguo y mejor conservado que ha llegado hasta la actualidad dentro del arte íbero.

Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid.

Aunque desde mayo del año 2.018 d.C. se puede encontrar una réplica del Sepulcro de Pozo Moro, fabricada por el cantero de Caudete Francisco Carrión y situada en un mirados a las afueras del municipio de Chichilla de Montearagón (España).

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