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| Retrato de un Orfebre |
Fue pintado por el pintor flamenco Jan Van Eyck (también conocido como Johannes de Eyck).
Perteneció a la colección de arte del barón Samuel Bon Brukenthal, hasta que en el año 1.817 d.C. pasó a formar parte de la colección del Museo Nacional Brukenthal, en la ciudad de Sibiu (Rumania).
Sin embargo en el año 1.948 d.C. el nuevo régimen comunista se apropió de la pintura depositándola en el Museo Nacional de Arte de Rumania, situado en la ciudad de Bucarest.
Hasta que en el año 2.007 d.C. el Retrato de un Orfebre fue devuelto al Museo Nacional de Brukenthal, pasando a formar parte de su colección de arte.
Descripción
Tiene una altura de 22,5 cm y una anchura de 16,6 cm. Esta fabricado en pintura al óleo sobre tabla.
Se trata de una pintura que tiene representado el retrato de un hombre en un encuadre de tres cuartos. El rostro se encuentra iluminado por la luz que cae desde la izquierda.
En el rostro destacan los ojos marrones, las cejas finas, la nariz recta, la expresión impasible pero con rastros de melancolía que se observa en la forma de la boca y la barba de uno o dos días.
Esta ataviado por un gabán (prenda gruesa de vestir de manga larga) marrón forrado de piel puesto sobre una camisa negra. También lleva un tocado compuesto por un chaperón azul con dos alas caídas que le cuelgan sobre los hombros y llegan hasta la altura del pecho.
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| Retrato de un Orfebre (sello rumano de 1.966) |
Se puede apreciar como los bordes de la tela del chaperón se encuentran rasgados y el color azul ha sido elaborado a través del uso del pigmento lapislázuli.
Con la mano derecha sostiene una sortija de oro (anillo), mientras que la mano izquierda se encuentra reposando. Cabe destacar que la función del anillo no esta clara, aunque algunos investigadores piensan que la pintura pudo haber sido un retrato de compromiso y que el anillo simbolice la propuesta de matrimonio destinada a la novia.
En cuanto a la composición destaca el uso de la luz, puesto que la técnica proporciona dos contrastes sorpresivos de luz y sombras atrayendo la atención del espectador hacia el rostro.
Además resaltar que el fondo de un color oscuro y plano hace destacar los detalles del rostro y las diferentes texturas, aparte de proporcionar a la obra de una ligera profundidad.
Para finalizar como curiosidad subrayar que el sello rumano del año 1.966 d.C. se encuentra dedicado y lleva la imagen de la pintura el Retrato de un Orfebre.
Actualmente se encuentra en el Museo Nacional Brukenthal, en la ciudad de Sibiu (Rumania).
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