Recipiente en Forma de Yugo

El Recipiente en Forma de Yugo, también conocido como Vasija en Forma de Yugo, es un recipiente datado aproximadamente entre los siglos IV d.C. y V d.C. (período comprendido entre los años 301 d.C. y 500 d.C.), perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte maya.

Recipiente en Forma de Yugo

Lo primero que se conoce es que perteneció al coleccionista y marchante de arte conocido como Alphonse Jax.

Hasta que en el año 1.970 d.C. el Recipiente en Forma de Yugo fue comprado por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Descripción 

Tiene una altura de 27,9 cm, una anchura de 21 cm y un diámetro de 21 cm. Está fabricado en cerámica.

Se trata de un recipiente, una vasija trípode en forma de yugo que presenta en su superficie exterior una narrativa visual de múltiples capas del juego de pelota mesoamericano.

Cabe destacar que el juego de pelota mesoamericano era un deporte jugado desde el año 1.400 a.C. por los pueblos precolombinos de Mesoamérica y que se jugaba tanto en la vida cotidiana como en celebraciones rituales.

Se puede apreciar como los tres pies de la base están incisos con motivos en espiral que hacen referencia a las representaciones teotihuacanas de corazones humanos extraídos.

Además descansando sobre los pies hay un gran elemento en forma de "U" que representa una efigie de un cinturón del juego de pelota o un cinturón (a menudo denominado "yugo").

Recipiente en Forma de Yugo
(detalle)

En cada extremo de la forma de "U" hay representadas unas cabezas que emergen de las depresiones cuadradas. 

En cada cabeza resaltan los ojos cerrados y las expresiones vacías que sugieren que son representaciones de cabezas de enemigos vencidos.

En el arco principal de la forma de "U" hay un elemento modelado de un puño levantado que podría hacer referencia a la eliminación de las manos de los cautivos.

Aunque destacar que las versiones del juego de pelota variaron a lo largo del tiempo de un lugar a otro, pero el sacrificio parece haber sido una característica generalizada.

Contiguo al espacio interior del yugo de la efigie hay una cámara cilíndrica que se eleva desde el centro del yugo, posiblemente era utilizada para que alguien consumiera el líquido que contenía el recipiente.

Cabe resaltar que en contraste con el acabado liso y bruñido de la superficie del yugo, el cilindro y su tapa han sido incisos en relieve creando intrigadas escenas de juegos de pelota.

Aparecen representadas cuatro figuras, dos en las paredes y dos en la tapa, en poses asociadas con jugadores de pelota. Se observa como están colocados uno frente al otro utilizando pectorales anudados similares, conjuntos de cinturones y grandes tocados de plumas.

Cada uno de los tocados tiene un elemento central diferente lo que podría indicar que los jugadores provienen de diferentes clanes o grupos políticos, por lo que la representación podría hacer referencia a un importante encuentro diplomático.

Recipiente en Forma de Yugo
(detalle)

Aparte de sus bocas salen largos pergaminos, una convención generalizada para representar el habla en el arte de estilo tiotihuacano.

También hay representadas pelotas de goma, cada una de ellas coronada por un elemento con plumas diferente.

La pelota inferior tiene una banda anudada, mientras que la bola superior contiene un elemento tramado en forma de rombo con volutas que sobresalen de su costado.

Los investigadores piensan que las pelotas podrían referirse a lugares específicos (tal vez capitales reales o lugares conocidos) o también podrían representar juegos de pelotas específicos.

Además las pelotas con fardos emplumados también pueden representar ofrendas, puesto que las pelotas eran con frecuencia parte de la actividad ritual y se las solían representar quemadas.

Por lo tanto en éste caso los jugadores podrían estar representados marcando un evento o una ceremonia ritual específica con la ofrenda de una pelota.

Para finalizar subrayar que el Recipiente en Forma de Yugo fue fabricado por artistas mayas en un estilo asociado con la gran ciudad de Teotihuacán, localizada en el centro de México.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.