La Estela de Teotihuacán es una estela datada aproximadamente entre los años 350 d.C. y 450 d.C., perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte teotihuacán.
Estela de Teotihuacán |
Lo primero que se conoce es que formaba parte de la colección de arte del coleccionista de arte Fred Olsen, ubicada en el municipio de Guilford.
Situado en el condado de New Have, en el estado de Connecticut (Estados Unidos de América).
En el año 1.960 d.C. la Estela de Teotihuacán fue adquirida por el coleccionista David Bernstein.
Estando en su colección hasta que en el año 1.980 d.C. fue donada al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América).
Descripción
Tiene una altura de 108 cm, una anchura de 46,7 cm y un grosor de 24,1 cm. Está fabricada en piedra volcánica, mediante las técnicas de incisión, grabado y tallado.
Se trata de una estela de piedra esculpida en piedra volcánica rojiza consistente en un medallón circular encima de un cuerpo de planta rectangular.
El disco principal se encuentra tallado en relieve, haciendo referencia a un estandarte emplumado perecedero, sobretodo destaca como está representado un círculo central rodeado por una lluvia de plumas.
Se observa como en el centro del campo circular hay representada una imagen abstracta, consistente en tres áreas circulares en línea horizontal flotando sobre un motivo en forma de "U", debajo del cual emergen otras formas redondas.
Para finalizar subrayar que el ícono con forma de bigote y las formas redondeadas están asociados con la deidad teotihuacana de la lluvia y las tormentas.
Es más éste diseño abstracto aparece en la cerámica, la pintura y las almenas (adornos para los tejados) de muchos de los complejos de apartamentos multifamiliares y palacios de la ciudad de Teotihuacán.
Cabe resaltar que el dios de la tormenta de Teotihuacán a menudo se asociaba visualmente con relámpagos, imágenes acuosas, fertilidad agrícola, montañas, colores específicos y el quincunce terrestre (formado por los puntos cardinales y un punto central).
Además destacar que el dios, como en otras sociedades mesoamericanas antiguas, tenía estrechas asociaciones con el gobierno y el poder marcial.
Aparte los investigadores piensan que la Estela de Teotihuacán procedía de fuera del propio valle de Teotihuacán y podría representar la evidencia de la expansión imperial de los gobernantes de Teotihuacán hacia otras partes de México.
Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.
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