Dama de Guardamar |
Situado en el municipio de Guardamar de Segura, localizado en la provincia de Alicante, en la Comunidad Valencia (España).
Cabe destacar que la escultura fue encontrada en la tumba número "100" a poca profundidad.
Además en el momento de su hallazgo se encontraba en muy mal estado de conservación e incompleta.
Se encontró en partes y se podía apreciar claramente como la Dama de Guardamar había sido golpeada y posiblemente quemada en la antigüedad.
Por ello desde octubre del año 1.987 d.C. hasta junio del año 1.988 d.C. la escultura fue trasladada al Museo Provincial de Alicante, dónde el restaurador e historiador español Vicente Bernabeo Plaza se encargó de su restauración.
Después de los trabajos de restauración la Dama de Guardamar pasó a formar parte de la colección de arte del Museo Arqueológico Municipal de Alicante (España).
Dama de Guardamar |
Descripción
Está fabricada en piedra caliza, mediante las técnicas de incisión, tallado y grabado.
Se trata de una escultura de bulto redondo o exenta que representa el busto de una mujer íbera vestida y enjoyada.
Destaca como en la parte superior de la cabeza lleva una diadema que presenta ondas en su parte inferior y a su vez está cubierta por una banda de tejido enlazada a los dos rodetes laterales.
Los rodetes laterales son dos objetos cilíndricos huecos, de poco grosor (posiblemente de metal), que tienen un diámetro de 16 cm x 2,5 cm de ancho y presentan una decoración compuesta por un umbro central y unos radios en talla a bisel.
Encima de la banda y los rodetes se puede observar como lleva un manto ajustado sobre una cofia alta en la nuca (se ven algunas arrugas finamente labradas) y la cofia oculta el cabello.
El borde del manto se encuentra levantado en el centro de la frente y se ajusta por ambos lados a los rodetes, cubriéndolos en parte.
Los rodetes laterales son dos objetos cilíndricos huecos, de poco grosor (posiblemente de metal), que tienen un diámetro de 16 cm x 2,5 cm de ancho y presentan una decoración compuesta por un umbro central y unos radios en talla a bisel.
Encima de la banda y los rodetes se puede observar como lleva un manto ajustado sobre una cofia alta en la nuca (se ven algunas arrugas finamente labradas) y la cofia oculta el cabello.
El borde del manto se encuentra levantado en el centro de la frente y se ajusta por ambos lados a los rodetes, cubriéndolos en parte.
Se encuentra ataviada con una túnica con escote redondo, sin ningún broche, aunque se puede apreciar como por encima de la túnica, aproximadamente a una altura de 19 cm sobre el pecho lleva una serie de collares.
Dama de Guardamar |
El collar inferior está compuesto por siete bullae o dijes, todos ellos tienen un mismo tamaño, salvo el dije central que presenta una acanaladura colgadas de un cordón grueso.
El segundo collar con dijes presenta un tamaño mayor a los anteriores, respecto a los dijes dos tienen forma de triángulo curvilíneo y los tres mayores presentan la parte inferior semicircular.
De estos tres destaca el dije central que está decorado con una acanaladura.
Por encima de estos dos collares, el collar superior (más cercano al cuello) es una sarta de cuentas de tres formas (oliva, esféricas y planas) que se encuentran ensartadas por este orden: oliva, esférica plano, esférica, oliva.
Un poco más abajo sobre el pecho se observa otro collar de cuentas algo más grandes, está compuesto por una sarta de cuentas esféricas separadas por dos cuentas planas.
Un poco más abajo sobre el pecho se observa otro collar de cuentas algo más grandes, está compuesto por una sarta de cuentas esféricas separadas por dos cuentas planas.
Con respecto a la composición destaca la Ley de la Frontalidad, es decir, la escultura ha sido esculpida para ser contemplada de frente.
Aparte al ser hallada con la cara martilleada, tan sólo se podían apreciar los ojos almendrados, pero se han podido reconstruir la nariz recta, la boca con los labios carnosos, el mentón poco prominente y el cuello que no es muy robusto.
En cuanto a la funcionalidad resaltar que la Dama de Guardamar podía haber formado parte del ajuar funerario, por lo que podría haber sido una ofrenda votiva.
Para finalizar subrayar que el yacimiento arqueológico de Cabezo Lucero, dónde fue hallada la escultura, posee una de las necrópolis ibéricas más importantes de España.
Actualmente se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Municipal de Alicante, España.
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