Templo del Sol |
El 4 de septiembre del año 1.537 d.C. cuando el abogado y conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada y Rivera (también conocido como Jiménez de Quesada o Ximénez de Quesada) y sus hombres llegaron al anochecer al territorio sogamoseño.
Cabe resaltar que dio ordenes a sus hombres de acampar en el lugar y al día siguiente hacer la incursión y el saqueo de todas las riquezas.
Pero fueron los dos soldados españoles Miguel Sánchez y Juan Rodríguez Parra quienes desobedecieron las ordenes y entraron en el templo con antorchas encendidas (teas).
Templo del Sol |
Al coger las reliquias y tesoros del templo, accidentalmente prendieron fuego al templo que quedó consumido y reducido a cenizas.
Fue en el año 1.942 d.C. cuando el arqueólogo y etnólogo colombiano Eliécer Silva Celis fundó en Sogamoso el Parque
Indígena del Sol.
En la actualidad es conocido como Museo Arqueológico Eliécer Silva Celis.
Además subrayar que cuando en el año 1.942 d.C. se descubrió el cementerio muisca, junto a las tumbas indígenas intactas, pudo precisar dónde se encontraba edificado el templo original, así que dedicó 15 años de su vida a reconstruir el Templo del Sol, siendo la replica construida y acabada en el año 1.991 d.C. en el lugar donde los chibchas o muiscas rendían culto al Sol.
Descripción
El templo original estaba construido con grandes maderas de guayarán polvillo, presentaba una estructura circular en forma de bohío y el techo era de paja.
Templo del Sol |
El templo se encontraba dedicado al dios Sué (también conocido como Xué, Sua, Zuhe o Suhé) el dios del sol dentro de la religión de los muiscas.
La réplica del templo tiene una altura de 18 metros, además en la cúpula de carrizo están los símbolos que representan las formación de las tierras que conformaban los cacicazgos del Zipa y el Zaque.
Templo del Sol |
Se puede observar como las columnas se encuentran colocadas en tres filas concéntricas.
El acceso al templo se realiza mediante cuatro caminos situados cada uno en un punto cardinal que marcaba el paso del sol.
Cabe resaltar que estos caminos eran utilizados unos para el acceso al templo y otros para salir del templo exclusivamente.
También se puede observar pequeñas escotaduras con forma rectangular que permitían el paso de los rayos del sol al interior, estas aberturas eran también usadas como calendario.
Cada año por estas escotaduras el día 22 de diciembre los rayos del sol se proyectan en el interior del templo sobre el grueso pilote central.
Para finalizar subrayar que el Templo del Sol aparte de ser un lugar de culto y adoración, también era una necrópolis dónde reposaban los restos de los caciques (sumos sacerdotes).
Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico de Sogamoso, adscrito a la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Columna, en la ciudad de Sogamoso (Colombia).
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