El Frasco de Peregrino es un recipiente datado aproximadamente entre el siglo III a.C. y III d.C. (período comprendido entre los años 300 a.C. y 300 d.C.), perteneciente al arte persa, en concreto al arte parto.
Frasco de Peregrino |
Fue hallado en el año 1.937 d.C. durante las excavaciones arqueológicas realizadas por el arqueólogo francés Roland de Mecquenem.
En la antigua ciudad de Susa, ubicada en la parte inferior de los montes Zagros, aproximadamente a 250 km al este del río Tigris, entre los ríos Karkheh y Dez, situada en el sudoeste del actual Irán.
Se conoce que después de su descubrimiento el Frasco de Peregrino fue entregado al Museo de Teherán, en Irán.
Hasta que en el año 1.948 d.C. fue intercambiado con el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América) a cambio de equipo topográfico.
Pasando así el Frasco de Peregrino a formar parte de la colección de arte del museo.
Frasco de Peregrino |
Descripción
Tiene una altura de 13,2 cm, una anchura de 10,1 cm y un grosor de 4,4 cm. Está fabricado en cerámica.
Se trata de un recipiente, un frasco, con un cuerpo en forma de tambor, pequeñas asas en la parte superior y una boca estrecha.
Además se puede observar como está realizado en arcilla amarillenta con un vidriado blanco opaco.
Cabe destacar que el tamaño pequeño y la boca estrecha del Frasco de Peregrino sugiere que originalmente pudo haber sido utilizado como un termo personal para agua o alguna otra bebida, muy parecido a una cantimplora moderna.
Para finalizar subrayar que el Frasco de Peregrino se denomina así debido a su parecido con los recipientes de recuerdo vendidos en lugares de peregrinación cristianos en todo el Mediterráneo, comenzando en el Imperio Romano tardío.
Sin embargo cabe enfatizar que ésta forma existía mucho antes de la llegada del cristianismo, por lo que el término es algo engañoso.
Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.
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