Vasija de Prisionero

La Vasija de Prisionero es una vasija datada aproximadamente entre los 200 d.C. y 800 d.C., perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte moche.

Vasija de Prisionero

Lo primero que se conoce es que antes del año 1.978 d.C. se encontraba en posesión del abogado, empresario y filántropo peruano Guillermo Ganoza Vargas.

En el año 1.978 d.C. fue comprada por la coleccionista de arte israelí Judith Riklis (también conocida por su apellido de soltera Judith Stern).

Hasta que en el año 1.983 d.C. la Vasija de Prisionero fue donada al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Descripción

Tiene una altura de 27,3 cm, una anchura de 13,3 cm y un grosor de 11,4 cm.

Está fabricado en cerámica.

Se trata de una vasija que representa a un prisionero atado y arrodillado. Los rasgos blancos de la túnica con flecos, los ojos y la cuerda del prisionero se produjeron pintado la arcilla rojiza normal con una mezcla blanca (una mezcla de arcilla fina) antes de cocerla.

Lleva un pañuelo textil para la cabeza con un borde estriado blanco, así como un adorno de búho o murciélago con alas extendidas en el frente, que probablemente representa un tocado de cobre dorado usado por personas de alto estatus.

La túnica se encuentra ornamentada con cuadrados inscritos que pueden representar el patrón textil o posiblemente placas de metal cosidas a una prenda interior de tela y termina en una franja de formas triangulares.

Vasija de Prisionero

Aparte se le representa sin taparrabos y con los genitales expuestos. También se puede apreciar como una cuerda gruesa rodea su cuello y sus manos están atadas a su espalda.

Cabe destacar que los agujeros vacíos en los lóbulos de las orejas de la figura, sus genitales expuestos y su cuello y manos atados indican claramente la condición de subyugado de prisionero.

Además resaltar que a menudo los guerreros moche hacían desfilar a los prisioneros con cuerdas alrededor del cuello y las manos atadas a la espalda.

Es más en el arte moche a menudo se muestra a los prisioneros despojados de sus ropas y de otros atributos de poder como: armas, orejeras y tocados, como una señal de su derrota.

Para finalizar subrayar que los investigadores creen que la Vasija de Prisionero podría haber formado parte de un ajuar funerario, puesto que se han hallado vasijas de cerámica similares en un sitio de sacrificio en la Huasca de la Luna, un complejo arquitectónico de adobe ubicado en el departamento de La Libertad, en el norte de Perú.

Las vasijas habían sido aplastadas intencionalmente entre los cuerpos de más de setenta hombres sacrificados y al igual que sus representaciones cerámicas, los prisioneros humanos reales tenían las manos atadas y cuerdas alrededor del cuello.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.