Cabeza de Tiy

La Cabeza de Tiy, también conocida como Cabeza de la reina Tiye, es una escultura datada aproximadamente en el año 1.355 a.C. (durante la época de la XVIII dinastía de Egipto), perteneciente al arte egipcio.

Cabeza de Tiy

Fue hallada en yacimiento arqueológico de Gurob (en la antigüedad conocido como Medinet Gurob o Merwer).

Se encuentra localizado cerca de la aldea de Hawara o Hauara y la adea El Lahun.

Ambas aldeas están situadas en la región de El Fayún o El Fayum, en el sur del delta del río Nilo (Egipto).

¿ Quién fue Tiy ?

Tiy, también conocida como Tiyi, Taia, Tiya o Tiye, fue la Gran Esposa Real y reina del faraón Amenhotep III, durante la XVIII Dinastía de Egipto.

Aunque no tenia linaje real (era la hija del funcionario Tuya y su esposa Tuya), gozó de gran poder, fue representada en todos los lugares en compañía del faraón, además dirigía ceremonias y tomaba parte en los asuntos de estado.

Cabe destacar que durante los 39 años que duró el reinado del faraón Amenhotep III, Tiy fue una mujer muy influyente y alcanzó una gran autoridad.

También educó e inculcó a su hijo el faraón Ajenatón (también conocido como Amenhotep IV, Amenofis IV o Neferjeperura Amenhotep) el culto al dios Atón (dios considerado el creador supremo).

Cabeza de Tiy

Descripción

Tiene una altura de 22,5 cm (la cabeza tiene una altura 9,5 cm). Está fabricado en madera de tejo, oro, plata y pasta vítrea.

Se trata de una escultura de bulto redondo o exenta que representa una cabeza femenina, es la representación de la reina Tiy.

La cabeza presenta una forma redondeada debido a la forma de la peluca. Se sabe que la peluca fue fabricada mediante capas de lino pegadas con goma arábiga (en la antigüedad se encontraba recubierta por cuentas vidriadas de color azul en la actualidad perdidas).

En la parte superior de la cabeza se puede apreciar la corona hathórica, es una corona alta y estilizada formada por cuernos de vacas (entre los cuernos de la vaca se encuentra el disco solar) y dos grandes plumas.

Cabeza de Tiy

En el Antiguo Egipto el uso de la corona hathórica se encontraba reservado para las Grandes Esposas Reales, era un símbolo de su divinización y su alta posición dentro del clero, tomando un papel principal en ceremonias y rituales.

Cabe subrayar que en el momento del hallazgo la corona y la cabeza aunque fueron encontrados en el mismo lugar se encontraban separadas.

Los investigadores se dieron cuenta de que la corona posee las dimensiones adecuadas y encaja en el espigón de unión que posee la talla en la parte superior de la cabeza.

En el rostro destacan los ojos almendrados con unos párpados abultados y pronunciados, además se pueden observar como debajo de los ojos se encuentran unas bolsas ojerosas.

Las cejas delineadas se extienden hacia las sienes y se puede apreciar como cerca de la ceja se encuentra una marca de una arruga.

Cabeza de Tiy

Cabe destacar que el efecto de los ojos, junto con las bolsas ojerosas y los párpados es la consecuencia de la representación de una mirada rasgada.

La nariz al ser contemplada de perfil, se pueda apreciar como tiene una forma estrecha y larga.

Los labios carnosos se encuentran delineados en el contorno, a parte la forma de los pómulos se encuentran marcados mediante líneas sinuosas.

Cabe resaltar que en la oreja derecha hay un pendiente de oro con forma circular que tiene incrustación de color azul oscuro.

Se puede observar como el pendiente es visible gracias a que la peluca presenta una fractura, lo que hace suponer que toda la escultura fue modificada ocultando las joyas que componían el aspecto original.

Cabeza de Tiy

Esto es sabido gracias a los estudios radiográficos y exploraciones con escáner llevadas a cabo por los investigadores.

Estos estudios también han descubierto que debajo de la peluca, en la oreja izquierda también se encuentra un pendiente similar al de la oreja derecha.

Además debajo de la peluca se ha encontrado un tocado de plata (es un tocado khat) rematado con la figura de dos cobras erguidas sobre la frente de la reina.


Respecto a la composición, destacan la expresividad y el naturalismo reflejado en las facciones del rostro.

Toda la escultura refleja la edad de la reina, se puede apreciar en la flacidez y las arrugas marcadas a la altura de la nariz y en la zona de las comisuras de la boca.

Para finalizar enfatizar que toda la escultura ha sido realizada en madera de tejo de un color anaranjado, aunque debido al paso del tiempo el color se ha oscurecido dando como impresión que la persona representada tenía un color de piel oscuro.

Actualmente se encuentra en el Museo Egipcio de Berlín, Alemania.