Templo de la Fortuna Viril |
Es una de las obras arquitectónicas mejor conservadas de la época de la República Romana.
Se encuentra edificado en el Foro Boario, una zona de la antigua Roma situada en la ribera izquierda del río Tíber, entre el Campidoglio y el Aventino.
Cabe destacar que en el siglo IX d.C., el templo se transformó en una iglesia cristiana, primero dedicada a Santa María Secundicerii.
Después la iglesia fue dedicada Santa María Egipcíaca (también conocida como María de Egipto), patrona de las prostitutas.
En el año 1.916 la iglesia fue eliminada con el fin de restaurar la antigua apariencia del templo.
Descripción
Se trata de un templo, un edificio jónico de planta rectangular, toda su estructura se encuentra fabricada con toba calcárea (una roca caliza muy porosa).
Templo de la Fortuna Viril |
Se trata de un templo próstilo (las columnas son libres, se encuentran espaciadas ampliamente en una fila), con pórtico tetrástilo (cuatro columnas frontales) y pseudoperíptero (rodeado de columnas, pero que tiene tres de lados no son extensas, sino que se encuentran adosadas al muro).
Se observa como las columnas y semi-columnas son de orden jónico, les encuentran dotadas de basa, compuesta por tres molduras (dos boceles circulares o medios toros y una escocía intercalada entre ambos).
El fuste es de sección circular y presenta acanaladuras o estrías separadas entre sí por medio de unos finos filetes longitudinales. Se observa como el fuste acaba en un collarino (la separación entre ambos se denomina astrágalo).
Destaca el capitel que aparte del típico estilo jónico (con dos volutas o espirales que lo adornan) también presenta una decoración de pequeñas palmetas.
Templo de la Fortuna Viril |
Se aprecia como el entablamento presenta un arquitrabe a tres franjas, con tres bandas horizontales superpuestas y escalonadas.
Además se puede observar un friso de relieves de estuco y una cornisa ligeramente saliente.
Para finalizar, cabe enfatizar que todo el edificio se encuentra elevado sobre un alto podio rectangular. El acceso al templo se realiza por una única escalinata en la fachada, lo que da la característica visión frontal de la arquitectura romana.
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