Colgante de Arnés con Bestias Enfrentadas

El Colgante de Arnés con Bestias Enfrentadas es un colgante datado aproximadamente entre los años 500 d.C. y 600 d.C., perteneciente al arte medieval.

Colgante de Arnés con Bestias Enfrentadas

En concreto se encuentra englobado dentro del arte prerrománico y dentro de éste pertenece al arte visigodo.

Lo primero que se conoce es que se encontraba en posesión del comerciante de antigüedades británico Robin Symes.

Hasta que en el año 1.990 d.C. el Colgante de Arnés con Bestias Enfrentadas fue comprado por el Museo Británico de Londres (Gran Bretaña), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Descripción

Tiene una altura de 8,9 cm, una anchura de 7,6 cm y un grosor de 0,5 cm. 

Está fabricado en latón y plomo.

Se trata de un arnés con forma de pequeño colgante que tiene representadas dos panteras estilizadas, sentadas y enfrentadas, cada una de ellas con la cabeza vuelta hacia atrás de perfil, en una pose heráldica, con el pecho mirando hacia afuera y las articulaciones de la cadera claramente demarcadas.

Resalta como el pelaje se encuentra representado mediante finas líneas grabadas en el cuerpo, también se pueden apreciar las arrugas del cuello y como la cola de cada animal está elegantemente enrollada.

Aparte cabe destacar que sobre las cabezas de los animales se encuentra el lazo por el que se podría pasar la correa del arnés.

Para finalizar subrayar que se conoce que los visigodos disfrutaron de intensos contactos comerciales con tierras de todo el mar Mediterráneo, siendo el Colgante de Arnés con Bestias Enfrentadas un ejemplo que revela la familiaridad de sus artistas con los motivos de Grecia y Oriente Próximo, o de cómo los aspectos característicos de este objeto podrían haberse derivado del arte griego durante su período de orientalización.

Es más el arqueólogo y escritor español Pedro de Palol y Salellas ha sugerido posibles rutas migratorias alternativas para el tema de los adornos con forma de animales simétricos y enfrentados con las cabezas vueltas. Considerando que las imágenes podrían haber pasado del arte mesopotámico a la cultura escita-sármata en el sur de Rusia, de la que podría haber sido tomada por los artistas griegos.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.