La Virgen con el Niño

La Virgen con el Niño es una pintura datada aproximadamente en el año 1.325 d.C., perteneciente al arte medieval, en concreto al arte gótico.

La Virgen con el Niño

Fue pintado por el pintor italiano Ugolino di Nerio.

Se piensa que la pintura fue comprada en el año 1.860 d.C. en el municipio de Siena (Italia) por el terrateniente escocés y undécimo conde de Haddington, George Baillie Hamilton Arden.

En el año 1.920 d.C. fue adquirida por el banquero de inversión estadounidense, Philip Lehman.

En el año 1.946 d.C. La Virgen con el Niño fue adquirida por el banquero estadounidense, Robert Owen Lehman.

Hasta que en el año 1.975 d.C. la pintura fue comprada por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), dónde pasó a formar parte de su colección de arte.

Descripción

Tiene una altura de 89,9 cm y una anchura de 58,4 cm. Está pintado en témpera sobre madera y dorado.

Se trata de una pintura que representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos, ambos representado sobre un fondo dorado, además se observa como la parte superior de la tabla de madera dónde está pintada la pintura presenta forma arqueada.

La Virgen María se encuentra representada de pie con la cabeza ligeramente inclinada hacia el lado izquierdo. En el rostro alargado destacan los ojos pequeños y almendrados, la nariz recta, los labios pequeños y una expresión seria.

Sobre su brazo izquierdo se apoya sentado el Niño Jesús, mientras que con las manos (derecha e izquierda) lo sujeta.

Está ataviada con una túnica roja de manga larga, un fino velo blanco y un manto azul oscuro ornamentado con un borde dorado y dos estrellas bordadas (una situada en el hombro izquierdo y la otra situada en la parte superior de la cabeza). 

El Niño Jesús aparece representada sentado en los brazos de su madre, está ataviado con una túnica blanca de manga larga y un manto rojo con pliegues colocado alrededor del cuerpo.

En el rostro redondeado resaltan los ojos almendrados, la nariz recta, los labios carnosos y los pómulos marcados. Además el cabello rubio y rizado le enmarca el rostro.

Para finalizar con respecto a la composición destacar el uso de una paleta cromática compuesta por colores brillantes que contrastan con el fondo dorado, así como la notable elegancia de las figuras representadas.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.