Fragmento de Escultura de Mujer

El Fragmento de Escultura de Mujer es una escultura datada aproximadamente entre los siglos X d.C. y XII d.C. (período comprendido entre los años 901 d.C. y 1.200 d.C.), perteneciente al arte precolombino, en concreto al arte huasteca.

Fragmento de Escultura de Mujer

Lo primero que se conoce es que antes del año 1.893 d.C. se encontraba en la colección de arte "Louis Petich Collection", ubicada en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos de América) y propiedad del coleccionista y diplomático italiano Louis Petich.

Entre los años 1.894 d.C. y 1.900 d.C. la escultura fue prestada para su exposición al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América).

Hasta que finalmente en el año 1.900 d.C. el Fragmento de Escultura de Mujer fue comprado por el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Estados Unidos de América), pasando así a formar parte de su colección de arte.

Descripción

Tiene una altura de 94,9 cm, una anchura de 43 cm y un grosor de 20 cm. Está esculpida en piedra, mediante las técnicas de incisión, tallado y grabado.

Se trata de parte de una escultura de bulto redondo o exento que representa la figura a tamaño natural de una mujer de pie y desnuda, lo que permite apreciar su anatomía.

Destacan la clavícula ligeramente inclinada, los senos grandes y redondeados, las manos bien modeladas sobre el abdomen y el vientre ligeramente redondeado.

En el rostro ovalado destacan la frente lineal, los ojos huecos, la nariz recta y los labios carnosos. 

También se puede apreciar como sobre la cabeza lleva un gran tocado coronado por un remate cónico y un elemento en forma de lápida en la espalda, que confiere volumen a la escultura.

En cuanto al estado de conservación destacar que le falta gran parte de su lado derecho y parte de su brazo izquierdo, aunque a pesar de los daños la escultura conserva muchas de las características de la escultura huasteca en piedra.

Con respecto a la composición resaltar que el naturalismo y los grandes huecos en la piedra resaltan eficazmente las zonas de mayor volumen del cuerpo de la mujer.

Además de que conserva vestigios de su policromía original. Por lo que los investigadores piensan que originalmente podría haber estado adornada con pigmentos brillantes.

Para finalizar subrayar que la escultura huasteca, una de las tradiciones de cantería más célebres de Mesoamérica, se distingue por su naturalismo comparativo y sus representaciones realistas del cuerpo humano.

Sus orígenes se remontan al período Clásico Temprano en Veracruz (México) (período comprendido entre los años 250 d.C. y 600 d.C.), en un grupo de hablantes de la lengua maya teenek que continuaron ocupando la costa norte del Golfo hasta la conquista española a principios del siglo XVI d.C..

Es conocido que dominantes en una amplia gama de técnicas, los artistas huastecas concentraron la mayor parte de sus esfuerzos a gran escala en esculpir los ricos depósitos de arenisca a lo largo de las costas del Golfo, cuya coloración varía del marrón rojizo al amarillo anaranjado y al gris.

Actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos de América.