Caldero de Cabárceno

El Caldero de Cabárceno es un recipiente datado aproximadamente entre los años 900 a.C. y 650 a.C., perteneciente al arte celta.

Caldero de Cabárceno

Fue hallado de manera accidental el 9 de diciembre del año 1.912 d.C. por unos obreros de la Sociedad Minera Cabarga a las órdenes del español Julián Salguero.

Cabe destacar que se descubrió entre dos rocas, a 15 metros de profundidad.

En el interior de un pozo en la mina Crespa, localizada en la ladera sur del Parque natural Macizo de Peña Cabarga.

Situado en la comunidad autónoma de Cantabria, en España.

En el año 1.926 d.C. el Caldero de Cabárceno pasó a formar parte de la colección de arte del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), ubicado en la ciudad de Santander, en la comunidad autónoma de Cantabria (España).

Caldero de Cabárceno

Caldero de Cabárceno

Descripción

Tiene una altura de 36,5 cm, un diámetro de 53 cm, una profundidad de 35 cm y una capacidad aproximada de 70 litros. 

Está fabricado en bronce.

Se trata de un recipiente, un caldero, con forma semiesférica con la parte inferior acabada en punta de cono muy achatada. Además se aprecia como el cuello tiene el borde vuelto.

Caldero de Cabárceno

En cada extremo del borde hay abrazaderas de las que penden dos anillas con forma circular y de sección romboidal aplanada.

Se piensa que originalmente las anillas habrían estado unidas por un asa que se debería doblar a modo de gancho.

Aparte destacar que el caldero debía de apoyarse en algún objeto que funcionase como base.

Con respecto al estado de conservación resaltar que en general el caldero se encuentra en muy buen estado de conservación, también resaltar que parece no fue muy utilizado, lo que sugiere que originalmente podría haber sido un objeto votivo o ceremonial.

Para finalizar subrayar que el Caldero de Cabárceno está considerado uno de los mejores ejemplos que se conserva de artesanía en metalurgia dentro del arte celta, además gracias a éste tipo de calderos se ha podido constatar que en la antigüedad habría habido rutas comerciales marítimas de metal y contactos entre las Islas Británicas y la Península Ibérica.

Actualmente se encuentra en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, España.